“SER
SUSTENTABLES ES SATISFACER LAS NECESIDADES DEL PRESENTE SIN
COMPROMETER LA CAPACIDAD DE LAS GENERACIONES FUTURAS PARA SATISFACER
SUS PROPIAS NECESIDADES”
Esta es
una de las definiciones más completas de la sustentación. Para ser
sostenible, toda obra humana debe ser
ecológicamente racional, económicamente viable, socialmente justa y
culturalmente representativa.
Pero estos conceptos, que parecen obvias señales de sentido común,
están por desgracias muy lejos de la práctica cotidiana de las
personas, grupos, empresas y gobiernos. Esto es tan claro que el
movimiento global por la sustentabilidad surge como una respuesta en
sentido contrario.
La
INSUSTENTABILIDAD es la norma de nuestro sistema económico,
productivo y cultural actual.
Está
claro que sistema productivo y de consumo mundial tiene que cambiar,
y por suerte, comenzamos a ver el crecimiento de la INDUSTRIA
CREATIVA, que entre sus múltiples actuaciones está trayendo aire
fresco a un sistema obsoleto. Esta se está desarrollando fuera de
los “mecanismos oficiales” del sistema actual, generalmente surge
desde pequeños grupos que se comprometen con nuevo escenario, por
ejemplo de jóvenes diseñadores que inspiran sus diseños en las
iniciativas espontaneas que ellos detectan, en la búsqueda de
resolver necesidades de comunidades desfavorecidas o en actividades
periféricas que se desarrollan cooperativas para resolver su día a
día. Estas acciones están inspirando nuevos modelos pedagógicos e
incluso las empresas multinacionales están cambiando sus objetivos
globales para comenzar a satisfacer demandas locales y así
conquistar nuevos mercados.
La red
que genera el intercambio de esta información, fluye en todas
direcciones y desde los ámbitos de generación de nuevos contextos
socio-económicos, buscando generar inclusión y una mejor calidad de
vida.
Actualmente
las empresas se interesan en la reducción del consumo de energía,
uso de agua, materias primas, la producción de residuos, los costes
de transporte e incluso el uso post-consumo de los productos, esto es
muy bueno, sin embargo no es suficiente para producir los cambios
necesarios. Es necesario proyectar y discutir cómo crear una
sociedad para sustituir a nuestra sociedad de consumo actual. La
sociedad depende de un uso que no perjudique la industria y el medio
ambiente, inclusiva en el ámbito social y fundamentalmente cambiar
los AMBITOS de todos con el fin de logar las mejoras necesarias en la
calidad de vida.
Dentro
de este contexto el DISEÑO es una herramienta fundamental para
promover esa revolución social. A partir de una idea general o
global, cada contexto definido puede encontrar sus mejores respuestas
y crear soluciones puntuales considerando los recursos naturales y
humanos disponibles en sus economías. Desarrollar los recursos
tradicionales locales es un ejemplo de participación del diseño con
esa sociedad y permite que los cambios sucedan. Seguramente
estructuras modulares, flexibles y dinámicas en constante
actualización sean necesarias, el intercambio de ideas será
fundamental para poder encontrar soluciones para las diferentes
situaciones de manera colaborativa.
El
diseño por su naturaleza, sigue tendencias mundiales, pero la
potencia de la palanca tecnología hoy en día ya no es suficiente;
la cultura y las soluciones locales entran en el sistema de
producción globalizado, por lo que para el desarrollo de productos
ahora también tienen en cuenta todo un sistema de necesidades de
utilización más amplio y complejo de los productos, incluso
arriesgo de definir nuevos usos y comportamientos de los usuarios.
La
demanda de parte la sociedad de actitudes más responsables está
aumentando y en muchas empresas la SUSTENTABILIDAD está siendo
tratada como una etapa de desarrollo de producto, sin embargo, las
empresas que operan en el mercado creen que en los próximos años la
sustentabilidad se tomará como punto de partida y como base de su
propio negocio. Las empresas donde ya hoy tienen a la sustentabilidad
como una política en su estrategia de marca, la diferencia entre el
presente y el futuro es más chica.
LA
INNOVACION, EL DESAFIO Y LA RESPONSABILIDAD
El
desarrollo sostenible es un proceso continuo de mejora y ya está
sucediendo, pero no podemos decir que nuestra sociedad sea
sustentable. Pero lo cierto es que podemos ser parte y tomar cada uno
su compromiso y la suma de actitudes individuales nos acercará más
al nuevo modelo sustentable.
Los
diseñadores damos forma a los nuevos productos y estos ahora pueden
ser servicios, procesos, programas de desarrollo, programas para el
sector público y privado. El diseño contemporáneo puede ser
tangible o virtual, físico o digital. Es la primera vez en la
historia de la humanidad que las soluciones dependen de la
tecnología, pero fundamentalmente de la creatividad, de la
innovación y la nueva visión; allí tenemos un espacio concreto de
aporte y responsabilidad profesional.
El
diseño de este siglo tiene que ser entendido como el conocimiento y
la vanguardia del pensamiento para desarrollar el potencial humano,
para mejorar la vida con el objetivo de colaborar en resolver los
retos a los que se enfrenta a humanidad. Diseño como herramienta
para comprender, de forma exhaustiva, las necesidades tácitas y
explicitas de los usuarios y para crear soluciones para los contextos
específicos.
Texto: Pablo
Gal
1967
argentino - Diseñador industrial
Docente,
consultor de diseño, innovación y gestión para la creación y
desarrollo de nuevos productos.
Creador
de Periferia
Proyectos, estudio
de desarrollo de productos y proyectos, productora de diseño.
Utilizamos el diseño como herramienta para mejorar las interfaces
entre la cultura, creatividad, tradición, economía y tecnología;
promoviendo actividades de generación de trabajo y renta,
competitividad, desarrollo social y valoración de territorio y sus
recursos.