Todavía nos sorprende ver las posibilidades plásticas y estructurales de algunos materiales, como las piezas moldeadas con madera laminada (plywood). Un material desarrollado en el siglo XIX y posteriormente popularizado en piezas de mobiliario por diseñadores y arquitectos modernos.
La serie Cowrie, una familia de sillas del diseñador industrial australiano Brodie Neill, son un buen ejemplo del trabajo con este tradicional proceso de manufactura. Las Cowrie, silla y mecedora (rocking chair), fueron presentadas recientemente en el Salone Internazionale del Mobile 2013, junto a un grupo de proyectos, con la etiqueta de futuristas.
Brodie Neill estudió en la Universidad de Tasmania en Australia, donde especialmente el diseño de mobiliario tiene una visión tradicional y artesanal. En 2002 se mudó a la ciudad de Nueva York y fue en Rhode Island Institute of Design donde tuvo un acercamiento a las técnicas de fabricación y modelado digital. En su portfolio, Neill muestra piezas de mobiliario e iluminación que son producto de exploraciones con el uso de estas tecnologías.
La Cowrie Rocker está fabricada en una sola pieza de madera moldeada. Una singular forma donde el asiento y respaldo están separados por un corte en la madera: una abertura que remata en formas circulares, propias de las terminaciones en piezas que poseen perforaciones y que sirven para garantizar posibles fracturas del material.
Con este último trabajo de Brodie Neill se crea Made in Ratio, una marca para la producción seriada fundada junto a Theo Theodorou, quien trabajó en la conocida experiencia de fabricación y comercialización en Holanda llamada Droog y actualmente en la galería Haunch of Venison en Londres. [fotos Cowrie: Contemporist]
En 2011, tuve la oportunidad de visitar la pequeña exposición Playwood: Material, Process, Form en el Museo de Arte Moderno MoMA. Una serie de piezas fabricadas en madera laminada, sacadas de la colección permanente del Museo, donde se explicaban las bondades y exploraciones con este material. Productos fabricados en las décadas 40 y 50 del siglo XX.
La instalación mostraba ejemplos de diseños modernos e icónicos y archivos fotográficos de su proceso y comercialización. Diseños como los de Alvar Aalto, Charles y Ray Eames, Eero Saarinen y Arne Jacobsen aparecían junto a las bandejas orgánicas de Tapio Wirkkala (1951), el banquito Butterfly Stool de Sori Yanagi (1956), un modelo arquitectónico de una casa prefábricada, diseñada por Marcel Breuer (1943). Finalmente, algunos diseños experimentales utilizados en la industria aeronáutica.
En la sala, llamaba la atención una gran pieza en forma de ‘pala’ o ‘lengua’. Una estructura de gran tamaño, un modelo de estudio para el casco del planeador CG-16 Glider, que también llamó la atención de la diseñadora venezolana Viviana Moreno en la nota que hizo en su página Los Eames, el Plywood y la 2da. Guerra Mundial donde aparece: ”El acceso a la tecnología militar y las instalaciones de fabricación permitió a los diseñadores perfeccionar su técnica de moldeo para la madera contrachapada, que habían estado trabajando durante varios años”.
Precisamente es la escala de los productos fabricados en este proceso y con este material que nos llama la atención. Brodie Neill hace un ejercicio de mobiliario donde pone al límite una estructura tradicionalmente concebida para partes de pequeña escala, al menos en piezas de mobiliario.
No podíamos dejar pasar que la mecedora Cowrie Rocker tiene alguna conexión con la forma de la Felt Chair diseñada en 1993 por el también diseñador industrial australiano Marc Newson, para la firma italianaCappellini. Una silla fabricada en fibra de vidrio y diseñada con 20 años de diferencia, el trabajo de Marc Newson también ha sido etiquetado en varias publicaciones como futurista.
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